Entradas

Mostrando entradas de agosto, 2015

El primer capítulo

Tuve una semana muy de mierda y, junto con un cambio de look bastante radical que me animé a hacer, decidí postear esto, que es el primero de varios tontos capítulos de lo que me vino pasando hasta ahora. La historia empieza y termina con el mismo encuentro con Anna White. Ella acciona el disparador en cierto punto de la noche, estamos caminando bajo la llovizna en búsqueda de la parada de un colectivo desconocido cuando, esperando una respuesta de no más de dos frases me pregunta por mi vida after-yasabemosquién.   -¿¿¿¡¡QUÉEEEE!!??? Casi en el medio de la calle, es su respuesta a la cagada con Improbable. Fue básicamente la misma respuesta que yo me dí a mí misma cuando caí en la cuenta de que... Improbable?? QUÉEEE??  Aunque desde hacía bastante que sabía que el prefijo le estaba quedando mal. Desde que me empezó a dar vueltas por la cabeza alguien que, a funciones prácticas,  nunca jamás en la historia de mi existencia  hubiera imaginado como otra cosa que un amigo, e

Les revenants

Debido a mi necia decisión de guardar cada papelito que signifique algo para mí, tengo la pieza abarrotada de porquerías. Y de fotos. Una de mis favoritas es esa en la que estoy con todos mis amigos del colegio. Obviamente que, la que antes era la foto que me transmitía cariño, ahora sólo me muestra la cara de ya sabemos quién cuando inconsciente (o conscientemente, cof cof) miro para ese lado. Pero si voy más allá, es una foto en la que, hoy por hoy, hay personas tan dispares que me sorprende la existencia de un momento en el que todos entramos en el mismo marco, en el mismo ojo escrutiñador de mi cámara. De ese rectángulo de papel fotográfico nos separan un par de años y de kilómetros y de historias. Somos una especie de mapa de líneas rojas punteadas con nuestros destinos y un inicio en común. Aunque hace dos años no lo hubiera creído posible, soy una de esas trazas que se separó del tronco común de las otras. El pibe como razón principal, y yo como segundo pretexto: no puedo tene