La estación
Se vació la estación. Se vació la del otro lado también, no hay nadie en el anden de frente, casi un espejo del mio si no fuera porque de este lado estoy yo, irrumpiendo la escena. Me siento porque los bancos son todos míos. Debería tener ganas, es viernes. Debería querer correr a casa, pero no sirve de nada, si todos corremos e igual terminamos llegando tarde a todos lados. No viene el subte y mi shuffle elige una canción que me trae malos recuerdos. Por ahí es el mal humor, por ahí es la clase de mierda que acabo de tener, por ahí es haber esperado 10 minutos a un profesor con el que tenía que hablar y nunca apareció. Por ahí es mi ayudante diciendo "este trabajo práctico está hecho para el ojete", porque en delicadeza ella se destaca. Por ahí necesito azúcar o es la cercanía de la estación de tren que me deprime en demasía. Ya subí al subte, bajé, llegue hasta el tren. Me compre caramelos. No son los caramelos lo que me hacía falta. En los túneles de abajo de la estació