El top 5 infaltable de las fiestas
- Vitel toné: A veces pienso que debería aprender a hacerlo, y después se me ocurre que, de tener la chance de cocinar este plato, hijo bastardo entre la ambrosía y el elixir de la vida, moriré de sobrepeso acelerado y fatal. "Todos los excesos son malos". Mejor aprovecharlo en las fiestas y disfrutarlo como si fuera mi última cena. - Las navidades burguesas de mi familia paterna: Las pasamos en una casa quinta, con todos mis primos y todos esos familiares lejanos autoproclamados aristócratas que como no saben cocinar un huevo frito, traen comida de catering que siempre abunda en salmón y roquefort y hace de esas fiestas una cosa más a la que echarle la culpa cuando te diagnostiquen hipertensión. Además, los familiares lejanos traen a sus hijos que están re buenos. Un festín para todos los sentidos. - El alma caritativa que me invita a la pileta. Siempre hay algún generoso dando vueltas que se apiada de mi alma transpirada. A él o ella le digo: GRACIAS,