El irresistible P
Siempre que charlamos largo y tendido con Anna White eventualmente P sale a colación. Y una vez dicho su nombre, es automático. "Ay, qué hermoso que es". Porque esa es la verdad de P: él es el compañero hermoso, perfecto, absolutamente devorable con el que cursé todas y cada una de mis materias del curso de ingreso. Y hay otra cosa sobre P: así de hermoso como se ve... no tiene nada de atractivo. En mi primera clase de química del año me senté al lado de una chica. Charlamos un rato y me intrigó que guardara un asiento con tanto recelo así que le pregunté por qué. Y me respondió que un amigo de ella estaba por llegar. No resonó mucho ese pequeño dato hasta que al final el amigo apareció. Ahí estaba: alto, ojos marrón claro, una sonrisa digna de publicidad de dentifrico y una voz grave y seductora que se presentó a sí misma como "P, hola". Le respondí el saludo y de algún modo terminamos hablando de nuestros horarios. ¡Mis tres materias coincidían con las suyas!