Instantánea #6: Salir

Me escucho respirar y me raspa la garganta. Lo que quedó de agua se va por la rejilla de la bañera y me miro los dedos magullados de los pies, medio verdes, por las uñas, medio amarillos, por la piel, medio negros de ser pisados- y eso que me puse tacos, había que esforzarse para pisarme.

Definitivamente salir no es lo mío.

Y no es que la haya pasado mal ayer, de hecho la pasé bien, pero no dormir sumado a esa música del horror sumado a que soy yeta porque cada vez que salgo, llueve, son suficientes razones para hacerme desear mi cama calentita y mi bello libro de Cormoran Strike que se pone mejor a cada página. 

Tampoco es que no disfrute estar con mis amigos bailando (si se puede llamar a eso bailar), sólo que no esa música repetitiva que cita sinónimos de la palabra "orto" a cada rato, no en ese boliche lleno de goteras (créanme, las conozco, acuérdense que cada vez que salgo llueve), no alrededor de todos esos cuerpos transpirados que me embisten sin piedad. Tal vez soy la única boluda del boliche que se lleva puesta a alguien y se gira a pedirle perdón entre todo el barullo, y entre esos gritos y los que emito para comunicarme de algún modo con mis amigos por sobre ese sonido grotesco, me quedo afónica siempre. 

Me encanta vestirme y pintarme para salir, pero a los diez minutos ya apesto a cigarrillos que algún alma sacrílega se fumó en mi espacio personal, la pintura se me corrió por esa manía de toquetearme los ojos que tengo, si no es que todo el conjunto se arruinó porque llueve como si se cayera el planeta al río. Y en la fatídica vuelta a casa soy un boceto en marcadores de lo que era cuando me fui. 

Y la música, ¡la música! (que suene como Maronna en este sketch de Les Luthiers), que supongo es razón principal para que todos se sumerjan en alcohol a los cinco minutos de llegar, no hay modo racional de soportar esta música en plena posesión de facultades. Si no me creen les doy un ejemplo, hagan click acá, miren los primeros minutos -si se la bancan- y díganme si lo soportan en sobriedad. Bueno, a este individuo lo vi en vivo. Y horas antes de que aparezca en escena, yo estaba con un amigo cuando me encontré a una ex compañera. He aquí el diálogo:

-Hiperbólicaaaaaaaaaa!

-Cómo andás?- nos abrazamos

-Tanto tiempooo, che, viste que viene el Apache Ness?

-Sí, por favor, qué horror!

-Me estás jodiendo? a mí ME ENCANTA!!!!

No hubo manera de disimular la carcajada que nos asaltó simultáneamente a mi amigo y a mí. Creo que la piba se ofendió un poco. Pero bueno.

Cuestión que ya estoy en casa. Y no volveré a pisar esos lares en mucho, mucho tiempo.