"No hagan olas"

Decían los personajes de un cuento de Elsa Bornemann que leí hace más de diez años por última vez. Hoy me acuerdo y lo vuelvo a tomar:
"Cantaban. sí, cantaban sumergidos -hasta el borde de los labios- en una densa materia oscura. Fétida. Repulsiva. Dentro de una piscina sin límites, cantaban. Inmóviles, reiterando ese "no hagan olas", a manera de alerta. ¿Alerta?
Trataban de que la marea de heces dentro de la cual estaban parados hasta el chau de los tiempos se mantuviera en reposo. Porque al menor movimiento -¡zápate!- se formaban ondas que hacían que... la... este... el, digamos... detritus biológico... superara el nivel de sus bocas. "

No hagan olas, no hagas olas, repito hasta el hastío. Porque estoy hasta las comisuras. No me doy a mí misma ni un segundo de paz. Y no dejan de venir las olas, de todas partes. No es sólo lo que ya sabemos, lo que hace más de un mes me está pasando, no sólo es la ausencia, también son otras presencias, otros quilombos, y mi cabeza que no se la banca sola, que se distrae, quizás se tranquiliza pero a los cinco minutos está sumida nuevamente en la desesperación; soy yo que me siento tan inestable y que todo me afecta, esas olas que deseo que no lleguen pero inconscientemente las busco, o esas otras que se alzan desde el punto cardinal que se veía más calmo, hacia el cual me dirigí buscando un respiro. No hagan olas, esperen un poco a que pueda flotar al menos. No hagan olas porque no se sabe cuánto voy a resistir sin hundirme, sin inundarme los labios; porque me niego a ahogarme, pero no sé hasta cuándo me va a dar el cuerpo. La cabeza, mejor dicho. Por favor, por un ratito nada más: no hagamos olas. 

Comentarios

  1. ¡Hiperbólica! No, no hagamos lío en este mar, che...

    Te mando barcos, guardavidas, y si querés embarcaciones enteras de abrazos y besos y buenos deseos para que te sientas mejor, para que rejuntes fuerzas...

    Te entiendo un montón, entiendo estos momentos de decir que uno no sabe para dónde arrancar... Pero no te me caigas, mujer, que como vos me decís siempre a mí, sos merecedora de toda la calma y toda la alegría. Que va a llegar... Hay que aguantar el golpe para darle lugar a todas estas cosas.

    ¡Abrazo y beso enorme! <3

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  2. Me encanto el fracmento de este cuento que presentas, entiendo que viene siendo como una metafora de algunas ocasiones por las cuales pasamos en la vida. Te mando un abrazo enorme hiperbolica y nos leemos :3

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  3. No te caigas, que tenés una amiga como Veintiava.

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