Instantánea #1: "Estupidez"

-Porque ayer nos juntamos con el pibe a estudiar con una compañera...
El resto de la frase se pierde en el rebote de la palabra en mi mente. Compañera, compañera, compañera, compañera... Género femenino en relación al individuo masculino en cuestión. Alerta, peligro, caution: dolor is back. Sigue contando mi amigo sobre su cursada (compartida con la del pibe) y yo sigo embotada en una frase totalmente carente de sentido práctico -se juntaron a estudiar- pero que desentierra todo ese dolor que me paso cubriendo con el ajetreo de las semanas y las novedades de mi propia experiencia universitaria. El pibe no está presente pero su nombre salta en la conversación aleatoriamente y nada raro parece estar sucediendo, excepto que adentro mío me enumero esas razones por las que yo debería dejar de quererlo -como si fuese voluntario, posible- y me recalco lo estúpida que parezco dándole vueltas a una palabra que no indica nada. Porque estoy pasándola bien en un cumpleaños y deberia dejar de pensar en el pibe por una vez, porque incluso ya es insoportable que dentro de mi cabeza yo vuelva al dolor, como si deseara sentirlo para no olvidarme ni por un segundo que amo a alguien que no me ama más, alguien que tiene una vida más allá de mi propia vida. Porque soy tan tonta como para reiniciar el círculo vicioso de lamentos sin tomar en cuenta que yo también tengo vida más allá de la de él. Que no estoy sola.
Y soy así de estúpida que llego y sigo pensando en la dichosa compañera sin cara ni nombre, y que nunca lo va a tener. Por qué, por qué tengo que enroscarme tanto? No podría ser racional por una sola vez y dejarlo ir?
Nunca voy a acercarme a mi propio infinito si sigo dando vueltas alrededor de alguien que se fue, y se fue hace rato.

Comentarios

  1. Nada, nada nada... ¿Qué podría decirte yo?

    ¡Qué poco tacto el de la gente, eso sí, qué gente de mierda!

    Gracias por tu comentario anterior que me dejaste. Gracias gracias y gracias. ¡Espero que tu experiencia universitaria esté sacando estrellitas de lo brillante! :)

    ¡Abrazo enormeeeeeeee!

    ResponderEliminar
  2. A veces nos ahogamos en un vaso de agua, sin pensarlo. Es como si hubieramos perdido ese instinto de supervivencia y no tuvieramos empatia con nosotros mismos. Nos imponemos sentimientos que sabemos nos hacen daño, y es asi... Lamento no poder decirte porque lo haces, yo tampoco se porque lo hago.
    Gracias por pasarte.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Totalmente de acuerdo, donde esta mi instinto de supervivencia??? donde???

      Eliminar
  3. Aveces nos ahogamos en un vaso de agua sin pensarlo. Nos imponemos sentimientos que sabemos nos hacen daño. Lamento no poder decirte porque lo haces, yo tampoco lo se.
    Gracias por pasarte!

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

"No hagan olas"

Veintiuno

I was a dancer