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No quise postear antes por cábala, pero ahora que ya pasó la semana de la muerte, acá estoy. Después de la locura organizativa que fue aprobar tres parciales en dos días (encima siendo tres materias prácticas que requirieron hacer pilas de problemas que parecían infinitos), logré aprobar los tres con notas dignas, promocionar las tres materias y tener un pie ya en la facultad de Farmacia y Bioquímica de la Universidad de Buenos Aires.

Uuuuuh, qué lindo suena dicho así!

Terminar de estudiar por fin se sintió como respirar hondo, después de un par de semanas en las que estuve perseguida por los apuntes, encadenada a la calculadora y asediada por la culpa de decir "pasé una tarde sin estudiar, me va a ir mal voy a ir a final desaprobar recursar nunca voy a terminar el cbc kjdhsajk" y demás situaciones exageradas. Pero ahora por fin puedo decir que, de seis materias de mi ciclo común, tengo cinco adentro, y este cuatrimestre sólo me queda aprobar Biología, con la consiguiente calma de que es la única materia que curso. Así que voy a aprovechar este tiempo para estudiar inglés y francés, dedicarme a la costura, leer parvas de libros, nadar y por sobre todo dormir. Qué bien se siente saber que voy a dormir como un perezoso. 

Fue mi primer cuatrimestre de facultad lo que esperaba? Creo que no cumplió mis ya de por sí altísimas expectativas, pero igual estuvo buenísimo. El caos de la vida universitaria me resulta maravilloso; el viaje no me molesta en lo más mínimo, y tuve la oportunidad de conocer mucha gente y de estudiar lo que me gusta. Alejarme del microcosmos que es mi ciudad y mi círculo de allegados me permitió ver mi propia vida desde otra perspectiva: encariñarme aún más con los que aprecio y alejarme de todo aquello que ya no me interesa. Pero, por sobre todo, lo más lindo fue sentir que despego. Lo reconfortante es acordarme de mí misma al principio del cuatrimestre y saber que lo que logré hoy, lo feliz que estoy hoy (no sólo por lo vivido en la facultad) es fruto pura y exclusivamente de mi voluntad y mi esfuerzo. Sí, el universo sigue lloviendo ironías sobre mi realidad y muchas veces dejo de pensar por un segundo para enojarme con todo lo que me rodea y llorar y lamentarme y demás drama, pero al momento de los hechos vuelvo al centro y me demuestro que se puede construir lo que uno quiere.

Me da miedo el nivel de frasecitas de autoayuda que contiene este texto. Pero bueno. Además de todo, hace semanas que no me como las uñas y eso, en mí, es un logro gigante. 

Espero que anden bien ustedes también, y sepan que no les devolví comentarios porque recién ahora puedo sentarme a escribir!