Hasta siempre y gracias por todo

Rubia Syndrome promocionó su última materia y entró a su carrera. Consecuencia obvia: ya no nos vemos más. Mediante la presente, y sabiendo que nunca las recibirá, le dedicaré unas palabras.

Rubia Syndrome: te voy a extrañar. Me alegrabas las mañana cuando llegabas con tu ropa de marca y tu tacita térmica, quejándote de que no entraba en el portavasos del auto. Nunca voy a olvidar el día que solucionaste ese problema, no cambiando la tacita, sino cambiando el auto*. Siempre serás para mí una víctima del sistema, que te hacía esperar diez minutos el colectivo y vos ya te exasperabas. Recordaré con cariño las clases en las que me contabas que tu novio quería más a su auto que a vos, o los infinitos errores de ortografía que encontré esa vez que fotocopié tus apuntes.  Vas a quedarte en mis recuerdos como la chica que sabía menos de fútbol que yo misma, dada aquella vez en la que te expliqué cómo funcionaba el fixture del mundial (tampoco era tan jodido, había que seguir las flechitas). Lamento infinitamente no verte más, serás para siempre un personaje entrañable en mi vida facultativa. Hasta siempre.

*absolutamente real.

Comentarios

  1. JAJAJAJA mi vida ella. Te dan ganas de abrazarla, acariciarle el pelo y decirle "todo estará bien, yo te protegeré"

    ResponderEliminar
  2. Jajajajaja que buenas palabras!! Me pregunto por qué el novio quiere más al auto que a ella y se me ocurren dos opciones totalmente posibles: es tan superficial como ella o directamente no la banca.
    Te explico lo del mate, hay gente que le gusta el mate fuerte, amargo que no es lo mismo al mate sin azúcar. O sea, es lo mismo en cuestiones materiales pero... me entendés? Jajaja. No sé para que digo esas cosas....

    Abrazo Hiperbólica!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. El poema que voy a subir ahora es uno de los que leí la primera vez :)

      Eliminar
  3. Jajaja suena a un chica que encaja facilmente en el estereotipo de
    "chica fresa". Los amigos que conoces durante tu estancia en la facultad son inolvidables.
    un abrazo fuerte :3

    ResponderEliminar
  4. No sé si deberías despedirte, te la vas a volver a encontrar. Dentro de unos años, cuando encuentres trabajo, ella -o alguien igual a ella- será la dueña de la empresa...
    Así funciona el mundo :p

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Veintiuno

Por unos centímetros de piel

Necesito escribir