La intolerante #3: ¿Mi vida QUÉ?

Me levanté temprano para estudiar.

Jáaaaaaaaaaa.

Ahora mismo estoy sentada frente a la PC con un buzo gigante puesto, una cuchara en la mano y el frasco de mermelada en la otra porque ¿hacerme tostadas? ¿eso implicaría sacar la tostadora, no? Mnah.

Oficialmente terminadas mis vacaciones de la faz de la tierra, hoy me enteré de mis maravillosos horarios para cursar este cuatrimestre. La UBA por suerte me trató bien, creo que porque soy ingresante y se está guardando lo peor para el momento perfecto, ya volverá para atormentarme en forma de dolor de ovarios. La vida... la vida? Con todos mis viejos conocidos es así. De la nada te hablan por chat o te encuentran en la calle y te preguntan por TU VIDA. Viva sigo estando, no sé qué más querés que te cuente. No, no me fui de viaje a Mongolia ni nada digno de ser mencionado, ya sabés que estudio, ya sabés cómo me llamo, algo más te comento? querés que te cuente qué me hizo mamá de comer al mediodía? No entiendo. Gracias a Buda no todos se ponen tan pesados como esos que usan la pregunta "¿tu vida?" para iniciar un sinfin de conversación sobre ellos mismos (ejem, Mala Praxis, tal vez? Hace mucho que no lo veo pero no creo que haya cambiado su modus operandi). Sin ir muy lejos la semana pasada me junté a merendar con mis ex compañeras. Merienda plagada de "tu vida"s salteadas con el ya favorito de todos "la facu" que es el único tópico que me interesa realmente. Sin más preámbulo fui por la comida. Tampoco es para tanto, en general estuvo bien, aunque dos horas de exposición fueron suficientes, y eso que las digerí con una porción de torta digna de la realeza. Tal vez el principal incordio fue llegar y tener que fumarme a una de ellas contándome -y no es que yo le haya preguntado precisamente- lo copada que es su vida social, con especial hincapié en con quién sale, dónde y cuándo. No es que no la puedo ver, como me pasaba en mis peores momentos escolares. No. Simplemente no me importa. No voy a gastar energía en fingir interés en discursos ególatras que parece que necesitás para reafirmar tu propia autoestima. Perdón.

Lo mejor de todo es que, al día siguiente, ella misma me mandó un mensaje invitándome a salir a bailar porque "estaba sola". ¿Pero, no era que...? ¿Entendí mal? ¿O vos malinterpretaste mis mmmhs, ahs y claros en respuesta a tu discursito?

A veces se me da por creer que ensanché mis límites de tolerancia. Después los pongo a prueba. Y me doy cuenta de que no. 

No cambiaré lo que no se puede cambiar.