Momento minita #2

"Hiperbólicaaaaa, cómo andás?"
Al menos no arrancó con un TU VIDA. Debo admitir que la minita dentro mío empezó a saltar aunque sólo fueran tres palabritas virtuales después de más de un mes desde la última vez que nos vimos. Ese día terminamos bastante dados vuelta (el pibe muy empedado y yo tratando de no dejarme llevar por los efluvios, que cuando me quise dar cuenta lo estaba mirando fijo con una sonrisa que, realmente, no hablaba muy bien del pedazo de dignidad que me queda). Y se repite la historia, volvé a la salida, perdiste todos tus turnos, te volviste a desarmar como una muñequita de trapo porque te está contando de su vida y vos respondés porque... porque respondés, y nada. Pasó de nuevo.
No sólo eso sino que me cuenta que se va a unir a la banda de mis amigos, y mi lado groupie se desmorona en un paro cardiorrespiratorio de emoción, mientras ese costado mío que se ocupa de mantener erguida la dignidad putea como una loca, porque hay un acuerdo tácito con mis amigos y es que yo voy a fotografiar cada-una-de-sus-presentaciones. Y sólo puede significar una cosa todo esto: que me voy a encontrar, de ahora a un tiempo indefinido, escondiéndome atrás de la lente pero observando cada microdetalle, sus ojos chocolate entornados y cómo aplasta los labios cuando le cuestan los acordes, atenta a cada coro que secunda, a sus brazos y sus dedos ágiles sobre el instrumento, a las miradas de complicidad con el resto, y cuando me quiera enterar voy a tener que rendir cuentas de por qué sólo hay fotos suyas y no del resto, y por qué tengo tanta cara de pelotuda, y después por qué estoy roja de vergüenza. Anna White casi que me atrona con sus carcajadas de "viste que en algún momento iba a volver?" cuando sé que no volvió, que vino a ser mi amigo, lo que supongo que se pactó en un acuerdo en el que no estuve presente. Al menos el nivel de histeria me bajó y ya no exploto en mil pedacitos cuando se le canta aparecer, pero, querido, simplificame las cosas. No somos amigos.

Comentarios

  1. Pasala bien nena, dejate llevar... Pero no te olvides de llevar siempre profilácticos en la mochila, muchos... Si me haces abuelo te mato. Jajaja!
    (Ya está, cumplí con mi rol paternal. Jajaja!)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. jajajajaja yo sabía que eras un poco mi padre! mientras no seas mi viejo de verdad, todo bien.

      Eliminar
  2. Había escrito un comentario largo y no se publicó -.-
    Me enojé. Cuando se me pase lo vuelvo a escribir Jajaja

    Amapola

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Jjajaja si me ha pasado, Amapola querida. Paciencia, con verte por acá me conformo :3

      Eliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Veintiuno

Por unos centímetros de piel

Necesito escribir