Recta final


Viernes. Me vengo imaginando hace semanas este viernes. Tengo la ligera impresión de que este viernes es el umbral del futuro, y qué estupidez, todo el tiempo estamos ahí, pero ponerle fecha concreta es tentador, me deja expresar ese lado tan controlador mío. Cuestión que este viernes en realidad ningún futuro empieza, pero se condensan cosas interesantes: por fin rindo francés, por fin me entero la nota de mi último parcial del ciclo básico común, por fin -esperemos- pongo ambos pies sobre la facultad de Farmacia y Bioquímica, aunque no literalmente, claro, no me voy a hacer el viaje hasta allá sólo para apoyar los pies e irme y así concretar un ritual. Tendré problemitas, pero no es para tanto. Tengo la idea de que "dejo de estudiar" este viernes, cuando no voy a dejar de hacerlo (chispas!) porque me queda inglés para diciembre, y aguante yo y todas las actividades extra que me gusta hacer. Si quisiéramos hablar de umbrales tendríamos que contar el martes que viene porque es mi cumpleaños, y yo soy fan de cumplir años. Estos diecinueve son intrigantes. El año que se me va me trajo tantas, pero tantas emociones, que apuesto a duplicarlas en el que viene... bueno, siempre que el universo lo decida. Intrigantes, dije, porque nunca se sabe. Es decir, nunca se sabe con el futuro, ni siquiera se sabe con el mañana, y mañana rindo, así que mejor me retiro a seguir estudiando: nunca se sabe pero pienso aumentar mis chances hasta el límite humanamente posible. 
Suerte para mí. 

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