La intolerante #8: popurrí indeseable

Hace mucho que no soy UNA INTOLERANTE así con mayúsculas y una actitud bien conchuda hacia la vida. Pero hoy sí. Y lo mejor, es que es en forma de top five, porque hoy soy minita y mucho.

En el puesto número cinco... matemática. En el secundario nos llevábamos bien. En el CBC tuve que tomármela con la cantidad de soda equivalente al camión de Ivess. En la carrera, la razón de su existir es pura y exclusivamente romperme las pelotas con sus teoremas, sus hipótesis y sus demostraciones que tienen la misma relevancia en mi vida que el polvo pédico.
En el puesto cuatro... cábalas. No tengo cábalas. No tenía cábalas hasta que en mi primer parcial del CBC me puse mi remera de Paramore como una especie de "potenciador de suerte" totalmente irracional que, obvio, se convirtió en cábala. Mierda. Obvio que la usé en todos mis parciales. Llegué a hacer malabares los días que cursaba tres días seguidos para ponérmela igual, chivada y todo. Y cuando entré a FFYB decidí dejar las cábalas. Así que ahora me revuelco en mi sufrimiento cada vez que recuerdo algo que hice mal en el primer parcial: "eso por no usar la remera". Soy una idiota.
En el puesto tres el bello momento en el que sube la horda animal al tren y las puertas hacen las veces del agujerito con forma de estrella del juego de masa play-doh, y hombres y mujeres cual plastilina generan un caudal incontenible que parece ir en contra de las leyes de la física, y claro que yo, en esa situación, soy la que queda estampada contra la axila peluda de un gordo en musculosa.
En el puesto dos... la gente incoherente. Yo trato de contener el conchudismo con ellos y no puedo. No puedo con los que dicen que van a hacer algo mil veces y a la hora de hacerlo desaparecen mágicamente. No puedo si primero me decís que soy una histérica y después redoblás la apuesta y vos sos el doble de histérico que yo. No puedo si me decís de hacer algo y después me cancelás al otro día. A ver, es una norma básica de convivencia, lo que te sale por la boca tiene que combinar con lo que hacés. Estás aumentando el índice asesino a tu alrededor, date cuenta.
Finalmente el aclamado puesto uno es una simple y concisa frase que me gustaría que ciertos sujetos a mi alrededor se tatuaran en la frente: SI ME DECÍS SEIS Y MEDIA, NO CAIGAS SIETE Y CUARTO. Graciassssss.

Comentarios

  1. Ja ja ja ja mortal el puesto 1. Coincido totalmente, me gusta ser super puntual y eso se convierte en un motivo para sacarme la poca paciencia que me queda cuando alguien llega una hora después. En mi podio estarían las interminables colas del supermercado y en esta época, las agrupaciones previo a las elecciones en la facu jaja insoportables!

    Un beso :)

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    1. a mí siempre me pasa que llego con un margen (positivo o negativo) de 10 minutos. A veces antes, a veces después. Y también ajusto la situación al sujeto, si sé que le digo a las 6 y cae 7 y media, bueno, yo tiendo a llegar tarde también. Y suele ser siempre demasiado temprano.

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  2. Me pareció muy gracioso el final aunque claro está que no es nada bonito eso, creo que eso sería lo que me molesta más, dicen una hora y se retrasan mil horas.
    Saludos.

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  3. Las matematicas son algo que valoro pero creo que no es para mí, desistí con las integrales y con las difereciales. Y creo no capté del todo lo de los números complejos.

    Uh, los trenes...

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    1. niiiiiiiiiii me hables de diferenciales. Me las tomaban teóricamente y me devané entendiéndolas y estudiándolas para que no me las tomen y en cambio sí los putos polinomios de taylor. Putos.
      Estoy enojada con la humanidad, perdón por el exabrupto.

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