11 cosas que aprendí en la UBA

Hace un par de días terminé el primer cuatrimestre de mi carrera en la Universidad de Buenos Aires, y debo decir que todas las expectativas que hacía años venía acumulando sobre esta etapa, así, irreales como eran, superinfladas, los sueños desbocados de una piba que odia el secundario, bueno... se cumplieron y con creces. Estoy feliz. Pero sobre todo estoy feliz de tener la abstracción de poder decir estoy satisfecha a pesar de todo lo que sufrí. Porque, posta, se pensaban que no había sufrido? Já.

Mi último final se fue con un flamante 8. Incluso de pensarlo me dan ganas de bailar estúpidamente.

Prepararlo fue la experiencia más tortuosa de mi existencia. La sensación de hormigueo en todo el cuerpo porque necesitás levantarte de la silla, o la eterna desesperación de sentir el cerebro como un vaso de agua que desborda a medida avanzás en los temas, es un asco. Y me conocen. Yo tengo la ligera tendencia a exagerar. Así que mi semana se puede resumir en esto:

Dos días antes de rendir: 

Un dia antes:

El exámen fue tan largo que, literalmente, no tuve tiempo para revisar en dos horas y media. Cuando lo entregué casi me desmayo. Fue salir del aula y que me caiga de golpe todo el cansancio acumulado.

Si vamos al punto, estudiar ciencias de la salud es insalubre. En los últimos meses pasé más tiempo en el tren que en mi casa, más con mis compañeros que con mis viejos, dormí más siestas en clases teóricas que en mi cama. Y como me encanta quejarme y no voy a escatimar, he aquí las 11 cosas que aprendí cursando en la UBA hasta ahora. Tranquilos, nada de fórmulas ni cálculos.

1) Tolerar el viaje. Nunca tuve problemas con viajar por mucho tiempo, pero tampoco me tocó ir y volver en hora pico en el tren más sobresaturado de la ciudad de Buenos Aires. Requiere más que paciencia, requiere la habilidad de reprimir la ira al extremo. Besito al Sarmiento y a mis copasajeros, los que tapan la puerta cuando una se quiere bajar, los que intentan entrar desafiando las leyes básicas de la física, los que te empujan, apretan, estrujan como si una fuera de plastilina. Gracias por tanto.

2) Tus preferencias son una mera sugerencia. Esto se aprende a la fuerza, a base de continuo disgusto. A principio de la cursada se pide que uno elija ciertas opciones de horarios cómodos para uno, y también opciones extra "por las dudas". ¿Qué se piensan que me dieron? La última opción, claro. Porque lo que yo necesito se lo pasan por zonas poco higiénicas de su anatomía.

3) Universidad pública significa soluciones creativas acorde al presupuesto. Por ejemplo, poner una mediasombra entre el techo descascarado y los alumnos, para prever posibles accidentes como que en plena cursada se te caiga un pedazo de mampostería en la cabeza (real).

4) Y cuando hay presupuesto... se tarda años en terminar un aula. ¿El aula magna? Tal vez para cuando me reciba esté terminada. Mientras tanto cursemos 200 personas en una sala para 100. 


5) Se rinde cada tres semanas. Y se promociona con parciales aparte. La semana de la muerte existe y es la de los promocionales. Y que la suerte esté siempre de vuestra parte. 

6) Pandemonium climático. Me dí cuenta de lo mucho que odio el verano. No tenemos precisamente el edificio más fresco del mundo... y el aire no anda... y si anda lo ponen muy fuerte y me enfermo... y si llueve están todas las baldosas flojas, ¡y ya llevo suficientes cosas en la mochila como para andar con abrigo y botas por las dudas! ¡Déjenme vivir!

7) Aprendí a tomar apuntes semidormida, ya que alguien decidió que el único horario de clases teóricas es después del mediodía. ¿Quién da clases teóricas después de comer? ¿En serio? Es el clímax de la somnolencia. Ni les cuento la letra que tienen esos apuntes y lo que tardo en descifrarlos después. Vengo leyendo lo más bien y de repente ksdkhdhakccchc9997666!wgdi! ¡¿Por qué puse eso?! 

8) Facultad de ciencias de la salud no implica higiene. Y aunque no me moleste que las paredes de las aulas estén descascaradas o los rincones polvorientos, sí podría venir bien un poco de jabón en el baño o incluso papel higiénico, o tal vez que no tiren la yerba del mate a la pileta y la tapen(en serio, quién hace eso?!), o, bueno, agua para lavarse las manos. 
Mi mochila se volvió un kit de supervivencia, y llegué al punto de olvidarme que existen otros baños decentes, así que cuando voy en un bar, por ejemplo, uso mis propios pañuelitos y mi alcohol en gel antes de caer en la cuenta con ligera emoción de que mirá, hay jabón!

9) La complicidad entre el alumnado es lo mejor que tiene mi facultad. Estamos tan asediados, exigidos, despreciados y saturados, que por suerte la empatía está a la orden del día, incluso con algunos profesores. Siempre va a haber alguien que te escuche mientras colapsás y te recuerde que hay cosas peores. Como las materias del cuatrimestre siguiente, por ejemplo.  Se colapsa seguido, y es totalmente entendible. 

10) Paciencia zen para cuando no hay empatía, porque hay monstruos sin corazón que no la tienen, y en general son profesores, claro. Profesores que te van a boludear en plena clase. Pero tranqui, en el fondo es para que fortalezcas tu autoestima. A los golpes, claro. Uno termina aprendiendo a aceptarlos con altura y la cara de Severus Snape. 

11) La UBA es un mundo. Y la seguiría eligiendo. Porque podría ahorrarme el viaje, el disgusto, el sufrimiento de poner garra y no llegar, las ganas de quemar la cátedra de química general e inorgánica con todos los profesores adentro, pero me quedaría sin la experiencia de ser parte de algo tan genial, de conocer tanta gente diferente, de aprender de grosos, y de la posibilidad maravillosa de estudiar lo que me gusta. Soy realmente afortunada por eso.

Ah, y también me quedaría sin la incomparable sensación de estar de vacaciones mientras todo el mundo sigue peleándole a los finales. Algo así: 

Comentarios

  1. Qué lindo que la UBA haya sido todo lo que esperabas, la descripción previa a los finales que hiciste es buenísima jaja. Qué bueno leerte de nuevo y felicitaciones por el 8!!
    Un beso!

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  2. Jajajajajajaja, Me reí mucho con esta entrada. Recordé lo mejorcito del mundo UBA, y tengo que felicitarte porque pintarse el retrato de lo que es.
    Yo estoy preparando suicidamente dos finales a la vez. De verdad tengo la sensación de que no me queda nada. Es desesperante. Lo que si me queda todavía es tiempo, poco, pero tiempo. Seguramente terminaré como la chica de la foto que pide un mano, aunque ahora estoy en la etapa de la bolsita...

    Tengo que confesar que adoro a la UBA a pesar de haberla dejado o cambiado. Me encanta como casa de estudios. Te juro que me llevaría la gente de mi facultad (que son como tus compañeros) allá a los lares de Filo. Eso hubiera cambiado mucho, la compañía en estos casos hace la fuerza :-)
    A seguir haciendo fuerza. La señora UBA no te va a ganar, mi querida!!!

    Muchas felicitaciones y bellas vacaciones para vos;súper merecidas están ♡

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    1. totalmente, la compañía hace la fuerza! por lo que tengo entendido, en el lado de humanísticas -en la UBA- hay mucha competencia y poco compañerismo. Incluso en el ámbito de mi vieja, sus colegas que salieron de Filo son bastante hijas de sus madres digamos. Es preferible que estés ahora donde estás que sufriendo con las complicaciones de Puan. Gracias por tanto cariño, V querida <3

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  3. Jajaja que genial lo que describis, me siento super identificada. Estoy en mi primer año en una carrera super pesada pero a pesar de todo la amo profundamente. Me encantó tu entrada, que sepas tomarlo todo con gracia o para bien habla muy bien de vos. Feliz segundo cuatrimestre!!!!

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    1. graaacias, y sí, cuando se ama lo que se hace todo se vuelve más liviano :) beso grande!

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  4. Te deseo lo mejor en este cuatrimestre. Muy buen blog! Me gustó mucho. Te felicito flaca. El humor no faltó. Suerte!
    Te invito a pasar por mi blog y dejarme saber que te pareció. Besos!!!

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  5. Totalmente, estoy en el cbc recién, no me quiero imaginar cuando vaya a parar a Puán. Que la conozco y deja bastante que desear, pero así es la UBA y así la queremos (?) después de todo, sabemos que el esfuerzo para estudiar acá vale totalmente la pena, todo. Saludos, lindo blog! :)

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    1. uhhhh, Puan es terrible. Varias amigas mías hicieron el cbc, se rumoreaba que los baños son, bueno, lo peor de lo peor. jajaja
      Igual la movida política y todo eso está a la orden del día, y debe ser una de esas sedes en las que siempre pasa algo... (igual lo digo sin conocimiento de causa! jaja)
      Gracias por pasarte! :)

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